Candidato presidencial del PRO elaboró el documento junto a Patricia Morales y Paul Fontaine. Se busca incrementar impuestos y elevar el sueldo mínimo y las pensiones en «compensación».
Marco Enríquez-Ominami ha estado trabajando desde comienzos de 2017 en su propuesta programática. De hecho, la presidenta del PRO, Patricia Morales, dejó su cargo en enero para dedicarse a organizar el nuevo comando presidencial de Enríquez-Ominami.
Desde el equipo ya han convocado a algunas actividades donde han lanzado propuestas programáticas e incluso el mes pasado se habilitó un número de WhatsApp para que el presidenciable se comunique con adherentes.
De esta forma, comienza a tomar forma una nueva campaña presidencial del ex diputado.El programa incluye una propuesta económica denominada «Enderezar la Economía: crecer con Equidad y Competitividad». Entre los siete pilares que la conforman, que incluye una reforma previsional, una agenda pro empleo y regulaciones al sistema financiero, el primero apunta a «enderezar la Reforma Tributaria».
En su elaboración participaron la Fundación Progresa, Morales y el economista Paul Fontaine, quien también fue miembro del comando de ME-O el 2009. Esta vez, Fontaine señala que le ofreció colaboración al candidato y que este le pidió elaborar una propuesta para «corregir los errores que tuvo la última reforma tributaria, en materia de diseño e implementación».
«Se trata de que todos hagamos un esfuerzo, partiendo por los ultra-ricos para que Chile salga adelante se necesita de todos sin exclusiones», explica el economista.
Y advierte: «Se trata de propuestas hechas con convicción y responsabilidad. Son innovadoras, pero realistas. Esa es la base del progresismo».
La propuesta del PRO contiene diez medidas para «corregir» la reforma tributaria impulsada por el actual Gobierno.
La primera dice relación con las empresas, a las que se les aplicaría impuesto 0 sobre las utilidades reinvertidas, con un tope de 10 mil UF al año. Sobre ese límite, existiría una tasa impositiva del 35%, operado dentro de un sistema único de renta integrado.
Se propone modificar también el impuesto a las personas, para las que se crearía un nuevo tramo de rentas, que estaría por sobre las 30 mil UF anuales, tramo de «ultra-ricos» que pagaría un 40% de impuestos, se señaló.
Además, se busca subir los impuestos para los extranjeros no residentes. El ejemplo que dan para graficar la medida es simple: cuando Madonna venga a dar un concierto, que pague el 35% de impuestos. Hoy la cifra es 20%.
Otro ítem apunta a las casas de veraneo e inversiones en el extranjero. Se busca eliminar «el FUT histórico» aplicado a ellas, exigiendo el pago del 40% «que eludió en su tiempo». De un 19 a un 20% subiría el IVA si se aplicara el documento y el impuesto al diésel sería igualado al del combustible.
En todo caso, se devolvería el 50% del impuesto específico al diésel a la industria y la minería. En tanto, se retasarían propiedades «agrícolas, rurales, industriales y urbanas».
En cuanto a la repatriación de recursos que estén en el extranjero, se permitiría el ingreso de estos pagando por única vez el 10% de impuesto.
Como una manera de «compensar» a la ciudadanía por el aumento de impuestos, se propone garantizar un sueldo mínimo de 300 mil pesos, a partir de julio de 2018. En esa línea, las pensiones también quedarían establecidas en ese monto, pero desde enero de 2021, «post reforma tributaria», dicen. Asimismo, se continuaría pagando el «Bono marzo».
Revisa el programa Económico
Enderezar Economía: Crecer con Equidad y Competitividad
Fuente: El Mercurio